miércoles, 8 de febrero de 2017

Anécdota Personal

Recuerdo cuando era pequeña, como toda niña tuve una fiesta de una amiguita. A mi madre no le gustaba que comiera mucho dulce siempre me regañaba, y ese día me dieron una fundita con muchísimos dulces, como no se imaginan.
Ella me mando a casa antes que ella y me dijo que no tocara la funda de dulces, pero como todo niño no hice caso y comencé a comer todos los dulces que pudiera, luego note que había dentro de la funda otra funda, lo se suena chistoso, pero así fue. La otra funda estaba llena de muchos chocolates, para mi era como un festín.
Luego de una media hora de comer dulces mi madre llega a casa, toca la puerta y yo ahí plasmada sin saber que hacer, luego cogí los envoltorios de los dulces y los escondí debajo de la cama y salí a abrirle la puerta.
Cuando llegue y le abrí me quedo mirando con cara rara, y yo ahí como toda niña buena  con mis ojitos de yo no fui, me pregunto si me había comido los chocolates y le dije que no, luego ella llevo sus manos a mi cara y paso un dedo por mis mejillas, y dijo: CLARO QUE NO HAS COMIDO CHOCOLATE! ( En sus dedos tenia el chocolate que yo había tenido barreteado por toda la cara)
Entonces ella pregunto si me había comido los dulces y otra vez dije NO!
En la mañana siguiente me llamo y me pregunto que de donde venían esas hormigas de la cama y yo tan inocente sin recordar lo que había escondido debajo de las almohadas dije que no, ella reviso y me descubrió :´v

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